Heidi azocar
Extremadamente impresionado al verla muerta en esas extrañas condiciones, estaba propenso a ser dominado por el terror. Comenzó a gritar por ayuda: hay una considerable distancia entre una casa y otra. Desesperado por completo, intenta irse de esta escena, pero la confusión entre quedarse o salir lo atormenta. Se puso las manos sobre la cabeza, en tanto trata de pensar con lucidez que puede hacer. El lamento por el dolor que siente aumenta de forma vertiginosa: sigue intentando deducir, lo siniestro que este hecho parece.