Oscar Cruz
Si el poeta es capaz (también) de hurgar en la basura, entonces su trabajo consistirá en destazar: abrir a tajos el cuerpo de la realidad y mostrar los intersticios de una vida. Allí donde prosperan 'no gusanos sino hombres y mujeres inservibles', pasa el ojo inevitable del poeta, que gusta de lo cívico, y alza con su estilo una ética urbana de corrección, un imperativo en mentalidades. En tiempos no aptos para la lírica, Mano dura/ una indicación es una propuesta de revisión moral, suerte de zibaldone donde el autor exhibe el esfuerzo que lo anima: trabajar con un lenguaje que produce 'un sonido de armonías cortantes', una disección del juicio.