Eduardo Fernández Jurado
En julio del 1936, Piedad, una joven recién casada, una mujer adelantada a su tiempo, comienza a descubrir que no todo es tan placentero como la vida que lleva hasta ese momento. Con su padre encarcelado y un marido militar, leal al Gobierno de la República, tendrá que sobrevivir en un Madrid sitiado por los sublevados y sus afines que se encuentran dentro de la capital. Ella, para liberar a su padre, tendrá que colaborar con los servicios de espionaje del Gobierno, que le infiltrarán en un local donde se celebran misas clandestinas. Traición, soledad, infidelidad, tragedia y amor le acompañarán en los tres años de guerra. Una novela que nos destripa como se vivía en esa época.En todos los hechos y grandes acontecimientos históricos, siempre queda alguna palabra o frase que perdura en el tiempo y que sirve para recordarnos lo sucedido.Los dictadores como, Hitler, Napoleón, Mussolini, Stalin, e incluso Alejandro Magno, tienen frases célebres que influyeron en las guerras y conquistas provocadas por ellos. Adolf Hitler, empleo´ mucha oratoria para influir en las masas. Son muchas las frases que se podían resaltar en su afán de poder. Pero hay una, para mi modesta opinión, que esta´ por encima de las demás «Mañana muchos maldecirán mi nombre». Creo que resume todo el mal que significo´ para la humanidad.n nuestra guerra, la civil, hubo una frase que marco´ el devenir de la contienda en Madrid, y fue el general golpista Emilio Mola quién la manifestó, para mal de los madrileños partidarios del alzamiento que quedaron en la capital emboscados.Madrid será atacado por cuatro columnas y allá en Madrid tengo una quinta, que son loshombres que ahora están escondidos, pero que se alzarán para apoyarnos tan pronto nos pongamos en marcha. 10