Hernán Márquez
Las dos espadas de los dos plumones mágicos. Una historia de perseverancia, valentía y transformación. Juan un humilde campesino que procede de padres trabajadores y de buenos pensamientos que siempre lucharon para que no les faltara nada. De este modo Juan aprendió a ganarse la vida honradamente y aplicó a su vida buenos modales que sus padres le enseñaron. Desde pequeño empezó a vivir la injusticia, la maldad destruyó la casa que sus padres habían construido para con su hogar y les tocó vivir en casa ajena a merced de una moneda. Aureliano le da trabajo y al pasar el tiempo ve en él un jóven trabajador, responsable y educado y le confía su casa y sus vienes. No duda en dar su consentimiento para que se relacionara con su única hija Adamely y da su aprobación para que contrageran matrimonio luego de que se enamoraron ambos. Juan no abandona a sus padres y siempre los mantiene cerca. Vio como la muerte terminó con la vida de Aureliano y como la violencia le arrebata a su padre enlutándolos despiadada y desprevenidamente. Juan pasó de tener poco a tener mucho y luego la desolación de perderlo todo. Sintió el disfrute en que vivían y como todo cambió de pronto, Juan era un hombre que ante la adversidad y la abundancia sabía vivir, igual que su familia. Aureliano fue un hombre pobre y toda su fortuna fue ganancia por ser un hombre de buenos negocios y saber de esto. En las peñas Juan mira al cielo y como todos los astros brillan como tesoros, esto lo motiva y lo encamina para emprender un viaje en busca de riquezas cuyos sueños mágicos envolvían su mente y lo llevaba en tiempos de abundancia. Juan dejó a su madre y a su mujer con pocos alimentos y se enfrenta a la realidad de sus sueños...
