JAVIER HERNANDEZ ACOSTA
Los momentos más coyunturales de mi vida, en donde evidencie procesos complejos de los cuales quiero presentar los hechos tal y como sucedieron desde una visión interna de cada suceso donde estuve presente. En la huelga del sector petrolero del año 2004, fuimos despedidos 253 trabajadores, donde lo más irónico, fue que realmente nunca se desarrolló un ejercicio de huelga como tal , ya que solo se declaró la huelga pero nunca se generó lo que una huelga como tal plantea, que es la parálisis parcial o total de la producción, donde no se hizo nada por ejecutarla, ni tampoco por evitar que dichos despidos fuesen una realidad, se plantea un análisis de todo lo sucedido, el contexto histórico, las razones para aprobar dicha huelga, los probables desaciertos para que se diera tal situación tan lamentable donde se pretendía conseguir que el Laudo arbitral del año 2003 fuese anulado, que el decreto 1760 que dividió a la empresa fuese al igual derogado o reformulado, diversos aspectos de política petrolera fuesen concertados con el sindicato, entre otros temas de los cuales ninguno fue tenido en cuenta, donde al final lo más conveniente fue levantar la huelga antes de que se aplicaran 500 despidos de más. Esta historia dejo muchas enseñanzas enmarcadas en dos palabras de gran poder como lo fueron las decisiones y las acciones, que se dieron en dicha situación, las cuales entregan un material muy relevante desde las realidades para entender los diferentes escenarios que se pueden generar cuando se toman malas decisiones o no se toman las decisiones a tiempo, al igual con el tema de las acciones necesarias para el logro de nuestras metas, en donde las metas eran todas las peticiones que se pretendía fuesen revisadas analizadas y tenidas muy en cuentas, pero que al parecer se olvidó que era muy necesario ejercer ciertas acciones de presión contundente mediante dicha huelga, que al momento de decretarla se condicionaba su rotundo fracaso al sustraerle el elemento más relevante para su buen desarrollo, como lo fuese la parálisis de la producción, donde por el contrario, en dicha época fue cuando la producción en la empresa obtuvo los niveles más elevados de la historia, por lo cual no existían razones de peso para continuar con un proceso que había nacido muerto. Lo cual nos lleva a un amplio análisis referente al tema de la acción e inacción, entre otros.