Ricardo Espín Bueno
El afamado autor Jack Simons está cansado de estar en un bucle en el que solo escribe novelas de misterio.Novelas, que por otro lado, le han proporcionado una fortuna y prestigio mundial. Pero sentía que le faltaba algo. Por ese motivo deja atrás Filadelfia y su seudónimo y regresa a España, a la ciudad donde pasó parte de su niñez y adolescencia en busca de otras inspiraciones. En cierto modo, eso le inquietaba, porque allí se enfrentaría a recuerdos que le habían perturbado toda su existencia.Valero Aguado Vinge que era su verdadero nombre había vivido en el Bajo Aragón, cerca del Maestrazgo y se había propuesto escribir sobre órdenes militares y sus leyendas. Siempre le había atraído el tema de los templarios y sus secretos. Pero de la multitud de libros que había leído sobre el tema, uno destacaba sobre todos. Se trataba de La Venta de Mirambel de Pio Baroja y la historia del cura hereje Francisco de Montpesar, un oscuro personaje sobre el que había pocos datos, en los que se aseguraba que era descendiente de un maestre templario. Ese sería su punto de partida.En el mismo escenario que supuestamente habitó Francisco de Montpesar y dónde nació su leyenda negra, Valero comienza a recabar datos. Sin embargo, nunca imaginó que sus pasadas vivencias y la investigación de detalles para su novela le condujeran a un estado de confusión mental por el que dudaba qué era realidad o imaginación.