Sam Mendoza Kong
Año 1 a. C.: Ovidio escribe el Arte de amar rompiendo los paradigmas morales de su época relacionados con el amor y el placer, exponiendo que el placer está ahí para todos, en este describió con claridad las maneras de atraer y gustar a otras personas, los métodos para seducir y ganar, para experimentar el arte de amar y sentir.El emperador Octavio Augusto intuyó que el libro representaba un gran peligro para mantener la moral y las buenas costumbres así que ordenó su destrucción total y castigó al poeta con el exilio pero: hay lectores que se atreven a rescatar las palabras del poeta como Carlo, el soldado que lo usará para intentar la conquista de una chica. Los pocos ejemplares que son salvados, van sobreviviendo a veces ocultos; otras veces, a la vista de todos, porque sus efectos son poderosos, Ovidio logra hechizar a sus lectores, el libro va pasando de mano en mano: desde las de un monje de clausura que copia el libro a escondidas a las de un escritor inglés que rompe los cánones del teatro, hasta llegar a las del inventor que creó la máquina con la que los libros se esparcieron por el mundo y a muchos lectores más. A cada lector al que el libro pertenecía, le ocurría algo particular.Xavier, es un experto coleccionista de obras literarias y está obsesionado desde hace años por encontrar una edición específica del Arte de amar. Sabe que está cerca de encontrarlo, pero el libro se resiste. Durante su investigación conoce a Laura, una sagaz e intuitiva estudiante de Letras con quien emprende la trepidante aventura de búsqueda que los llevará de ciudad en ciudad, de biblioteca en biblioteca, y hasta a los lugares menos sospechados. ¿Hallarán el libro? ¿Los transformará? ¿Qué estarán dispuestos a hacer para encontrarlo?