Jesús López Tapia
Esta es la historia de David, quien con sus cánticos estremeció los cimientos de la Tierra morando bajo la sombra del Omnipotente. Afligido y menesteroso, perseguido y confiando en Dios como un niño, fue templado para ser rey soberano del pueblo escogido.¡Alabanzas por la misericordia eterna de Jehová! ¡Cánticos que revelan la omnipresencia y omnisciencia de Dios! ¡Salmos de infinita fe! ¡Oraciones, peticiones y súplicas llegan hasta el tercer Cielo al rítmico tono del arpa del divino cantor de Israel!Sí, es la historia del rey David, el ungido de Jehová, poderoso guerrero y profeta, y de su pueblo Israel.Amó con locura a una mujer pero el amor de Dios fue más grande que su pecado, y sufrió con estoicismo hasta su muerte las graves consecuencias de su falta, mas durmió el sueño eterno con el dulce sabor del Pacto prometido: de tus lomos saldrá un rey cuyo reino no tendrá fin.