Jorge Fernández Bustos
En el convento fundado en el siglo XVII, llamado de Santa Ana por estar situado en la calle del mismo nombre de la capital granadina, junto al río Darro, tienen lugar extraordinarios sucesos. Se recogen en estos pasajes las historias del paisanaje que lo circunda, desde las monjas y novicias que lo habitan hasta la llegada del rey Felipe IV y su consejero Francisco de Quevedo, de visita en Granada durante la Semana Santa de 1624. Todo ello, sin olvidar algunos de los personajes de la época, tanto reales como ficticios. Esta obra toma como base las comedias de capa y espada del Siglo de Oro español, para exponer, remedando el lenguaje de la época y cierto gracejo cómplice, el ambiente de aquellos tiempos, con sus pícaros y su nobleza, sus castigos y ejecuciones y con el poder de una Iglesia omnipresente en el destino de todo ser humano.